• Diana Sileidy Bayona Quintana

    Miembro
    noviembre 12, 2025 at 9:06 pm

    Cordial saludo,
    En este módulo pude comprender con mayor profundidad cómo se desarrolla el proceso de negociación colectiva en el sector privado, especialmente a través del caso de SINTRAELECOL Cúcuta, donde se evidencia la importancia del diálogo social, la organización sindical y la preparación técnica para alcanzar acuerdos justos. Aprendí que una negociación colectiva exitosa no solo depende de las demandas de los trabajadores, sino también de la capacidad de ambas partes para analizar la situación económica de la empresa, establecer prioridades y mantener una comunicación basada en el respeto y la transparencia.
    Este ejercicio también me permitió valorar el papel de los sindicatos como defensores de los derechos laborales y promotores de condiciones dignas de trabajo. Considero que la negociación colectiva es una herramienta esencial para construir equilibrio entre empleadores y trabajadores, fortaleciendo la justicia social y la estabilidad laboral.
    En conclusión, el estudio de este módulo me deja como aprendizaje que la negociación debe entenderse como un proceso estratégico, técnico y humano, donde el consenso y la buena fe son la base para lograr acuerdos sostenibles que beneficien a ambas partes.

  • Albert Javier Sanjuan Rojas

    Miembro
    noviembre 13, 2025 at 9:08 pm

    Buenas noches, en este módulo entendí mucho mejor cómo realmente se mueve una negociación laboral. Primero se revisa el pliego desde lo económico, lo legal y lo político, porque no se trata solo de pedir por pedir, sino de saber qué tan viable es todo lo que se está solicitando.
    Algo que me llamó la atención es que muchas negociaciones arrancan con posiciones extremas o actitudes emocionales, como si la idea fuera agotar al otro. Incluso dentro del mismo equipo siempre hay “el duro” y “el conciliador”, algo muy típico. Frente a negociadores así, uno básicamente tiene tres opciones: retirarse, entrarles con la misma energía o intentar cambiar el ambiente hacia algo más cooperativo. Personalmente, creo que lo mejor siempre es construir confianza, porque si no hay confianza, cualquier acuerdo termina tambaleando.
    También vimos el modelo Clausewitziano, que es como “ir con todo” cuando se tiene la fuerza para hacerlo, pero sinceramente me parece un enfoque que solo funciona en escenarios muy puntuales. En contraste, la negociación efectiva me pareció más realista: planear, tener claro un piso y un techo, hacer preguntas, aclarar lo acordado y no quedarse pegado en posiciones rígidas.
    Al final, lo que más rescato es que una buena negociación no busca aplastar a la otra parte, sino encontrar un punto donde ambos ganen. Para eso sirven estrategias como la minimax o dividir el problema en partes más pequeñas. Y algo básico: tener una agenda clara y un cronograma evita desgastes innecesarios.

  • Johanna Emilce Porras Barrera

    Miembro
    noviembre 14, 2025 at 5:55 pm

    Cordial saludo,
    Coincido plenamente con tu apreciación sobre la importancia del diálogo social y la preparación técnica en la negociación colectiva. Tu análisis resalta un punto clave: la negociación no se limita a presentar demandas, sino que requiere un enfoque integral que considere la situación económica, jurídica y política de la empresa, así como la disposición de ambas partes para construir consensos.

    Me parece muy acertada la reflexión sobre el papel de los sindicatos como garantes de derechos y promotores de condiciones dignas. Esto reafirma que la negociación colectiva es una herramienta estratégica para equilibrar intereses y fortalecer la justicia social.

    En mi opinión, el aprendizaje más valioso es entender que la negociación debe ser vista como un proceso colaborativo, donde la transparencia y la buena fe son esenciales para lograr acuerdos sostenibles. Este enfoque no solo beneficia a los trabajadores, sino también a la empresa, al generar estabilidad y confianza mutua.

  • Johanna Emilce Porras Barrera

    Miembro
    noviembre 14, 2025 at 5:57 pm

    Buenas noches,
    Me parece muy interesante tu análisis porque refleja la esencia del módulo: la negociación colectiva no es improvisada, sino un proceso técnico que requiere evaluar cada cláusula desde lo económico, legal y político, tal como mencionas. Coincido en que no se trata de “pedir por pedir”, sino de construir propuestas viables que puedan sostenerse en el tiempo.

    También comparto tu observación sobre las posiciones extremas y los roles dentro del equipo el duro y el conciliador. Esto es muy real en la práctica y demuestra la importancia de la estrategia y la gestión emocional en la mesa de negociación. Frente a esto, tu propuesta de generar confianza es clave: sin confianza, cualquier acuerdo pierde estabilidad.

    Respecto al modelo Clausewitziano, tu crítica es acertada. Es un enfoque que puede funcionar en escenarios muy específicos, pero en la mayoría de los casos, la negociación efectiva con planificación, claridad en pisos y techos, y estrategias como dividir problemas es mucho más sostenible.

    En conclusión, tu aporte refuerza la idea de que la negociación colectiva debe ser estratégica, técnica y humana, donde la cooperación y la buena fe son la base para lograr acuerdos que beneficien a ambas partes.

    • Marcela Vanessa Colmenares Villamizar

      Miembro
      noviembre 19, 2025 at 11:17 am

      Buenas noches,
      Gracias por tu retroalimentación. Me alegra que el análisis haya conectado con los aspectos técnicos y estratégicos de la negociación colectiva. Como mencionas, evaluar cada cláusula desde lo económico, legal y político es clave para construir propuestas realmente viables.

      También comparto tu visión sobre los roles dentro del equipo negociador: el equilibrio entre posiciones firmes y conciliadoras, junto con la gestión emocional y la confianza, fortalece la estabilidad de cualquier acuerdo.

      Respecto al modelo Clausewitziano, tu observación es acertada. Aunque puede funcionar en situaciones específicas, la mayoría de negociaciones requieren planificación, claridad en los límites y estrategias flexibles que permitan avanzar de forma sostenible.

      En síntesis, tus comentarios refuerzan que la negociación colectiva debe ser técnica, estratégica y basada en la cooperación y la buena fe para lograr acuerdos duraderos.

  • Jose Luis Villamizar Luzardo

    Miembro
    noviembre 15, 2025 at 5:38 pm

    Al realizarse la negociación colectiva, la evaluación del pliego de peticiones permite identificar prioridades y costos para definir una estrategia efectiva. La estrategia de negociación se construye a partir de los pisos (mínimos aceptables) y techos (máximos aspirados), lo que delimita el marco de concesiones y logros posibles. La determinación de la agenda y los criterios de negociación establece el orden, los tiempos y las reglas metodológicas que orientan el proceso, asegurando coherencia entre los objetivos sindicales y a las empresas capacidad, y así facilita acuerdos viables y sostenibles.

  • Jose Ricardo Soto Cantor

    Miembro
    noviembre 15, 2025 at 5:42 pm

    En el sector energético colombiano, la negociación colectiva se caracteriza por la complejidad técnica y operativa del servicio, por lo que la evaluación del pliego de peticiones debe considerar impactos en continuidad, seguridad industrial y costos regulatorios. La definición de pisos y techos se articula con la estabilidad operativa y los compromisos de inversión del sector. La agenda y los criterios de negociación incorporan variables como turnos especializados, riesgos laborales, formación técnica y metas de eficiencia, permitiendo que las partes alineen sus intereses con la sostenibilidad del sistema energético y la calidad del servicio, esto facilita un acuerdo viable para las partes

  • Henry Albarracin Suarez

    Miembro
    noviembre 19, 2025 at 11:07 am

    Saludos.

    La negociación colectiva es un proceso muy interesante donde se pueden discutir aspectos económicos, políticos, sociales , calidad de vida, estudios y demás .
    Todos basados en el estudio y conocimiento del valor económico y social de cada punto propuesto en el pliego de peticiones para logara los objetivos propuestos por la organización sindical.

  • Jennyfer Vergel Villalba

    Miembro
    noviembre 19, 2025 at 10:30 pm

    Buenas noches compañeros, durante este módulo pude comprender con mayor claridad cómo se desarrolla realmente una negociación laboral y cuáles son los elementos que la vuelven estratégica. Aprendí que un pliego de peticiones no puede analizarse únicamente desde el deseo o la necesidad de los trabajadores, sino desde tres criterios fundamentales: lo económico, lo legal y lo político. Esto permite determinar la viabilidad real de lo solicitado y evitar peticiones que, por falta de sustento, se conviertan en obstáculos para el proceso.

    Otro aspecto que me llamó la atención fue la dinámica humana dentro de la negociación. Es común que las partes lleguen con posturas rígidas o actitudes emocionales, e incluso dentro del mismo equipo aparezcan roles como “el radical” o “el conciliador”. Frente a estas posturas, el negociador tiene tres caminos posibles: retirarse, responder con el mismo nivel de tensión o propiciar un ambiente más colaborativo. Personalmente considero que la confianza es la base del diálogo, porque sin confianza cualquier acuerdo puede perder legitimidad y fuerza.

    En conclusión, aprendí que una buena negociación no busca derrotar a la otra parte, sino construir un punto de equilibrio donde ambas partes obtengan beneficios. Para ello, una agenda clara y un cronograma bien estructurado no solo ordenan el proceso, sino que también evitan conflictos innecesarios y ayudan a mantener el horizonte común.

  • Jose Leonardo Rojas Jaime

    Miembro
    noviembre 20, 2025 at 6:25 pm

    Buen día, bajo mi entendimiento, hay que tener en cuenta como vamos a tomar cada evaluacion y que tenemos que tener en cuenta para poder realizar y conformar el mejor equipo para realizarse de manera integral y con un grupo multidisciplinario.
    1. Criterio Legal
    El análisis legal es el filtro inicial para determinar si las peticiones son viables conforme a la ley colombiana.
    Verificación de Legalidad:
    o Mínimos Legales: Revisar que ninguna petición vulnere, desconozca o reduzca los derechos y garantías mínimas establecidos en la Constitución Política, el Código Sustantivo del Trabajo (CST) y demás normas laborales. Las convenciones solo pueden mejorar estos mínimos.
    o Competencia: Confirmar que la empresa tenga la capacidad legal para conceder el beneficio solicitado.
    o Efecto de la Convención: Entender que la Convención Colectiva, una vez firmada y depositada ante el Ministerio del Trabajo, se convierte en ley entre las partes y sus cláusulas se extienden a todos los trabajadores de la empresa, sean o no sindicalizados, si el sindicato agrupa a más de la tercera parte del total de empleados (CST Art. 470).
    Procedimiento y Forma:
    o Verificar que la presentación del pliego haya cumplido con los requisitos formales del CST.
    2. Criterio Económico-Financiero
    Este análisis evalúa la viabilidad y el impacto de cada petición en la estructura de costos y la sostenibilidad de la empresa.
    Costeo Detallado:
    o Impacto de Peticiones con Costo: Calcular el costo total, directo e indirecto, de cada cláusula con implicación económica.
    Equidad y Competitividad:
    o Evaluar cómo los beneficios solicitados se comparan con los ofrecidos por la competencia o empresas similares en la región o sector para evitar costos laborales que resten competitividad.
    o Analizar el costo-beneficio de las cláusulas.
    3. Criterio Político
    El análisis político se centra en las relaciones humanas y estratégicas, el ambiente laboral y la imagen corporativa.
    Clima Laboral:
    o ¿Cuál es el nivel de tensión o la calidad histórica de las relaciones con el sindicato?
    o ¿Qué peticiones son de alto valor simbólico para los trabajadores, pero de bajo costo para la empresa? Estas pueden ser puntos clave para generar buena fe y acuerdos rápidos.
    Precedente y Negociación Futura:
    o Evaluar qué precedente se sentaría al aceptar una cláusula específica. Algunas concesiones pueden ser difíciles de revertir o se convertirán en la base mínima para futuras negociaciones.
    Imagen y Comunicación:
    o Considerar el impacto de la negociación en la imagen interna y externa.

  • Henry Gómez Jiménez

    Miembro
    noviembre 21, 2025 at 12:03 pm

    Como trabajador en Colombia, he llegado a la profunda convicción de que la negociación colectiva no es un mero procedimiento administrativo, sino la herramienta esencial y el pilar democrático sobre el cual se construye un sistema de relaciones laborales justo y equilibrado. Su relevancia trasciende la obtención de beneficios económicos, pues se arraiga en la capacidad de los trabajadores para ejercer una voz unificada y contrarrestar la inherente asimetría de poder que caracteriza la relación individual con el empleador. En este sentido, la negociación colectiva representa la materialización de la justicia social y un mandato constitucional irrenunciable.
    Mi primer argumento se centra en el fundamento jurídico y el equilibrio de fuerzas. Es innegable que individualmente, mi capacidad para negociar salarios o condiciones es limitada. Sin embargo, al ejercer mi derecho de asociación (Art. 39 C.P.) y organizarme sindicalmente, convierto mi voz singular en un eco colectivo que debe ser oído. La Constitución Política de Colombia me garantiza explícitamente el derecho de negociación colectiva (Art. 55), una garantía reforzada por la ratificación de los convenios de la OIT, como el 98 y el 154, que obligan al Estado a fomentar este proceso. Esta protección legal no es un capricho; es el reconocimiento de que la negociación es el mecanismo idóneo para equilibrar una balanza histórica, permitiendo que las condiciones de mi empleo no sean impuestas unilateralmente, sino acordadas en un plano de relativa igualdad.
    En segundo lugar, la negociación colectiva es esencial porque es el principal motor de mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo, superando el marco legal mínimo. El Código Sustantivo del Trabajo (CST) establece unos mínimos, pero es a través de la Convención Colectiva de Trabajo (CCT) que se abre la posibilidad de construir un régimen laboral superior y adaptado a las necesidades específicas de mi entorno. Para mí, la CCT tiene el peso de una Ley para las partes (Art. 467 CST), lo cual significa que los beneficios que pactamos ya sean mejores auxilios educativos, primas extralegales o un sistema de estabilidad laboral reforzada se convierten en obligaciones vinculantes que el empleador debe respetar. Esta capacidad de autorregulación normativa me permite, junto con mis compañeros, influir directamente en nuestro bienestar socioeconómico, impactando positivamente no solo mi bolsillo, sino la calidad de vida de mi familia.

    Finalmente, considero que esta herramienta es vital para la estabilidad y la paz social. Aunque el proceso de negociación puede ser tenso, su existencia en sí misma es un canal institucionalizado para la gestión de controversias. Al obligar a las partes a sentarse en una mesa y dialogar con buena fe, se evita que los conflictos latentes escalen a situaciones descontroladas. La posibilidad de un acuerdo pacífico, o incluso la intervención regulada de un Tribunal de Arbitramento, garantiza que el derecho a la protesta (como la huelga) se utilice como un último recurso, y no como la única vía de expresión. Este diálogo reduce la desconfianza mutua y fomenta un clima laboral más armónico y productivo.
    En conclusión, para mí, la negociación colectiva es la viva expresión de la democracia en el lugar de trabajo. Está cimentada en sólidos preceptos constitucionales y legales que la blindan, y su propósito fundamental es doble: establecer un equilibrio de poder mediante la voz colectiva y garantizar la progresividad de los derechos más allá de lo meramente legal. Sin este proceso, las relaciones laborales retornarían a un estado de unilateralidad y desigualdad que comprometería la dignidad del trabajador y, en última instancia, la estabilidad social de Colombia.

  • Samuel Mendoza Vega

    Miembro
    noviembre 21, 2025 at 3:05 pm

    Buenas tardes. Este módulo me permitió comprender que la negociación colectiva es mucho más que un trámite legal: es un proceso estratégico que combina técnica, normativa y gestión humana. Coincido con la idea de que un pliego de peticiones no debe elaborarse solo desde las necesidades de los trabajadores, sino considerando tres criterios esenciales: viabilidad económica, legalidad y contexto político. Este enfoque evita propuestas inviables y fortalece la credibilidad del sindicato frente al empleador.
    Otro aspecto clave es la dinámica humana dentro de la mesa de negociación. Las posturas rígidas, las emociones y los roles internos —como el “radical” o el “conciliador”— son inevitables. Aquí el negociador debe decidir si confronta, se retira o busca generar un ambiente colaborativo. Personalmente, creo que la confianza y la transparencia son la base del diálogo social, porque sin ellas cualquier acuerdo pierde legitimidad.
    Finalmente, aprendí que una buena negociación no busca derrotar a la otra parte, sino construir un punto de equilibrio donde ambas partes obtengan beneficios. Para lograrlo, una agenda clara y un cronograma bien estructurado son herramientas indispensables: ordenan el proceso, reducen tensiones y permiten mantener el horizonte común. En conclusión, este módulo refuerza la importancia de combinar conocimiento normativo con habilidades estratégicas y humanas. Negociar no es imponer, es gestionar intereses de manera técnica y ética para alcanzar acuerdos sostenibles.

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